Para muchos la Mezquita de Ortakoy es la más bonita de Estambul. Esta mezquita es una de las imágenes más bellas que podrás ver en la ciudad. Se encuentra a orillas del Bósforo, casi tocando el agua, y como telón de fondo tiene el puente del mismo nombre que une Europa y Asia.
Es pequeña, «coqueta», como corresponde a su estilo barroco, y el entorno donde se encuentra hace que sea un lugar casi mágico. Por la noche, iluminada, te resultará difícil pensar en un sitio mejor para una velada romántica.
La mezquita de Ortakoy fue edificada a mediados del siglo XIX en el mismo lugar que ocupó una primera construcción destruida por el terremoto de 1794. De su arquitectura destaca la hermosa cúpula flanqueada por dos altos minaretes y la fachada decorada con detalles esculpidos, propios del barroco otomano. Del interior llama especialmente la atención el color rosado de su cúpula, derivado de los mosaicos con los que está adornada, y las paredes de delicados mármoles. Las ventanas, con vidrieras coloreadas, contribuyen también a su particular encanto.
Como curiosidad, esta mezquita no fue antaño solo un lugar de oración, sino que una parte de su estructura era utilizada como palacio de verano del sultán (un emplazamiento perfecto).
En los alrededores de la mezquita verás numerosos restaurantes y terrazas donde es una delicia sentarse a tomar algo y disfrutar del espléndido paisaje. También es una zona donde se instalan numerosos puestos callejeros de souvenirs, comidas típicas, artesanía, etc. Las calles del barrio de Ortakoy, cuyo centro es la mezquita, están siempre animadas, también de noche.
Cómo llegar a la Mezquita de Ortakoy
Puedes llegar en el tranvía y también en el autobús número 40. Si lo prefieres, una excelente idea, dada la situación de la mezquita, casi inmersa en las aguas del Bósforo, es llegar en uno de los barcos que salen desde el puerto de Eminonu y llegan hasta Ortakoy. Su imagen desde el agua no se te olvidará nunca.